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Estalla un segundo artefacto en otro restaurante de Palma, en playa Portitxol

Estalla un segundo artefacto en otro restaurante de Palma, en playa Portitxol

Redacción – publicado Hace 1 hora | Una llamada anónima en nombre de ETA ha alertado de la colocación de tres artefactos explosivos en varios establecimientos hosteleros de Palma que debían estallar entre las 14.00 y las 18.00 horas.

Un segundo artefacto ha hecho explosión en el restaurante ‘Enco’ de Palma ubicado en el número 15 de la calle Vicari Joaquim Fuster, frente a la playa del Portitxol, muy próximo a la zona donde se ha producido la anterior explosión en el establecimiento La Rigoletta.

Previamente, alrededor de las 14.20, un artefacto de escasa potencia ha hecho explosión en el restaurante La Rigoletta, en el Paseo del Portitxol, frente a la playa de Can Tere Antoni, en Palma de Mallorca, sin causar ningún herido.

Según han confirmado fuentes de la lucha antiterrorista y de los bomberos de la isla, el artefacto era de pequeño tamaño se encontraba en el interior de una mochila, oculta en el falso techo del baño de señoras, muy próximo a la cocina.

El edificio donde se encuentra el restaurante ha sido evacuado tras la explosión por orden del propietario, quien ha dado el aviso a los servicios de emergencias.

A las 11.30 de la mañana una llamada anónima, una grabación con una voz distorsionada de mujer en nombre de ETA, ha alertado a radio taxi Gipuzkoa de la colocación de tres artefactos explosivos en restaurantes y bares de Palma de Mallorca, que explotarían entre las 12:00 y las 18:00 horas.

Algunas de las personas que se encontraban en el restaurante en el momento de los hechos han afirmado haber oído una pequeña explosión, como si fuera » petardo fuerte».

Asimismo, se han cortado las calles adyacentes así como la entrada al Molinar por Ciudad Jardín, de modo que nadie puede, en estos momentos, entrar ni salir a la zona del Paseo del Portitxol en coche.

Se han desalojado también, el Paseo Marítimo de Palma de Mallorca y una parte de la playa.

No obstante, a partir del cordón policial la tranquilidad es »absoluta», la gente sigue tomándose refrigerios y muchos continúan bañándose en la parte de la playa que ha quedado abierta.